Yo sabía desde hace meses que los papalotes de muchas partes del mundo habían platicado acerca de una inquietud en común. Hoy en las noticias, me enteré que han decidido ir a cumplirla después de afinar su condición general y es de admirarles que no les asusten las dificultades futuras, si existiesen. Sólo saben que están listos, y eso para ellos, no es anticipar algo, es simplemente partir. Su camino comienza con la fuerza del viento, y éste, es un tanto impredecible.
Sonrío.
Sonrío.