"Y así me he ido quedando a la orilla. Abandonada de la palabra, llorando interminablemente como si del mar subiera el llanto, sin más signo de vida que el latir del corazón y el palpitar del tiempo en mis sienes, en la indestructible noche de la vida. Noche yo misma".
*María Zambrano en su ensayo: "Diótima de Mantinea".
Y sí, volví a mi identificación con Diotima, aunque nunca la he abandonado, solo que a veces se aleja irremediablemente de mí. Eso he sido estos días: 'Noche yo misma... Viva entre los muertos que me buscan para no perderse, para salvarse'; pero, y a mí... ¿quién me salva?
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¿Vomitarás tú? Wak!