Casual, directa y profundamente dolorosa. La de ayer.
El dolor que se disparó a borbotones pero que con dureza atroz se disimuló, quizá algún día cese.
Pero la huella comenzó y seguirá forjándose en mí. Huella... ¿eliminable? Ja.
¿Qué chiste será ese?
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¿Vomitarás tú? Wak!